Chapter 1: Capitulo 1: Nuevo Mundo.
"¿Estoy... muerto? ¿Dónde estoy? ¿Morí? ¿Es este el cielo?" Eran tantas las preguntas que pasaban por mi mente en ese momento. Intenté moverme, pero mi cuerpo no respondía. Sentía el peso del agua sobre mí; estaba en la orilla del mar, empapado. "¿La explosión me trajo aquí? No es posible... debería estar muerto. Estaba dentro del rango, pero... ¿por qué?" Después de mucho esfuerzo, logré levantarme. Mi ropa y mi mochila estaban mojadas y, curiosamente, me quedaban grandes. No le di importancia; ahora mi prioridad era salir del agua. Alcancé la orilla, pero en cuanto puse un pie en tierra, un agudo dolor de cabeza me golpeó. Recuerdos que no eran míos aparecieron en mi mente.
Leon: "Que diablos me esta pasando."- dije entre sollozos y con un tono de incredulidad.
Mire mi reflejo en el mar y mi mente no lo podía creer.
Leon: "¿Por que me veo como cuando tenia 10 años?."
Recogí todas mis pertenecías. Subí colina arriba a mi casa. Era una casa acogedora de madera no pude evitar sollozar por que sabia lo que había dentro. Al entrar vi en una mesa el cuerpo de una persona cubierta con un tela blanca de pies a cabeza. Puse mis cosas dentro y me acerque al cuerpo inerte y sin vida de mi madre y llore.
Tiempo atrás punto de vista Aiko Uchiha.
Mi bebe lagrimas de felicidad amor y tristeza eran lo único que salían. Maldito clan por que su codicia es simplemente mas grande y se niegan a aceptar sus errores, hace 4 años conocí a un gran hombre a mi Kaito Senju el supo quien era y no me lanzo miradas de asco por ser alguna vez sus enemigos en el campo de batalla me entendió y compartió mi visión sobre lo malo de la guerra. Nos terminamos enamorando y después de todo mi querido Leon nació de esto.
Por que tuvo que acabar así, dije recordando lo que paso anteriormente.
Kaito:"Aiko tenemos que irnos ya, no nos queda mucho tiempo Itachi planea matar a todo el clan dentro de un par de horas."
Nos encontramos dentro de un bosque con el objeto de salir de la aldea sabia que era un error el golpe de estado y aun mas el error de la orden de la matanza del clan pero no había nada que hacer nos lo buscamos lamentablemente me incluyo no pude hacer nada para detener esta masacre absurda y sin sentido, el clan tiene como lideres a idiotas con un gran ego y un gran palo metido en el trasero. Estábamos a punto de salir pero antes de que pudiéramos hacer algo mas se escucharon gritos y lamentos sabíamos lo que eso significaba.
Aiko: "Ya ha comenzado. ¡No hay tiempo, vámonos!" - le urgí, pero él no se movió.
Aiko: "¿Qué haces? ¡Vamos!" - le dije con preocupación en la voz.
Kaito: "Alguien viene... Es Itachi. Me quedaré aquí. Usa estos sellos para suprimir tu chakra y escapa. Te daré tiempo. Recuerda que ustedes dos son lo más importante. ¡Vivan, cueste lo que cueste!"
No quería dejarlo, pero entendía lo que estaba en juego. Con lágrimas en los ojos, tomé los sellos y, dándole un último beso, le susurré: "Te amo." Él respondió con un susurro igual de tierno. Usé los sellos y corrí lo más rápido que pude. Miré atrás, y vi a Kaito enfrentando a Itachi. Su figura, rodeada de llamas, me heló la sangre. Con horror, vi cómo Itachi lo decapitaba. El último vistazo de Kaito fue una sonrisa de paz que me destrozó. Quería gritar, pero apenas pude contener mis sollozos mientras mi propio sharingan cambiaba a un mangekyo sharingan en ese momento trágico. Con las fuerzas que me quedaban, escapé.
Reuní la poca cantidad de fuerza y escape. Los siguientes meses fueron difíciles llegue a duras penas a una aldea en el País de los rios, donde conocí a una pareja de ancianos los cuales fueron amables conmigo me dieron asilo en su casa y me ayudaron con mi parto. Fue difícil casi no lo logro perdí mucha sangre. Pero cuando escuche su llanto me lleno de una felicidad sin igual , valía la pena morir por mi hijo.
Aiko:"Mi pequeño Leon serás una gran persona mami te criara para formar las bases de tu gran camino." Y con esas ultimas palabras se las entregue a la abuela y me desmaye.
Después de un tiempo tuve que sepultar a los dos abuelos murieron en paz con una sonrisa. La noche anterior sabia lo que iba a pasar les conté mis raíces y de como llegue aquí, pensé que se enojarían pero resulto lo contrario me dijeron que cuide a mi hijo y lo convierta en un gran hombre al parecer ellos eran dos ninjas y me dejaron su armería y biblioteca para su educación, sabían y yo también que el mundo ninja es un lugar impredecible, cruel y sobre todo injusto dispuesto a volverte loco si es necesario. En la mañana ingrese a su habitación estaban abrazados con sus ojos cerrados y con una sonrisa serena se podía sentir su paz. Les di todos los honores necesarios y los enterré puse dos pila de rocas sobre su tumba llore por ellos y les desee la paz eterna.
Los siguientes meses vi a mi Leon crecer de ser un bebe calvo a un niño alegre con ojos azules encantadores y su cabello rubio opaco. Me recordaban a el. Pase los años posteriores a ser mas responsable. Aun recuerdo cuando me llamo mama , grite de la emoción fue lo mas lindo del mundo. Cuando tenia 10 años comencé a decirle parte de mi historia de donde provenía mis raíces, lamentablemente le dije la dura verdad de como su padre murió en combate a manos de Itachi aunque no lo dije quien era, lloro y cuando me volteo a ver vi el sharingan de dos tomoes. Le di un espacio para que le pasara su dolor y tiempo después le instruí sobre como mi clan usaba el sharingan lo que hacia sus habilidades y como se desbloqueaba. Aunque no era un ninja como mi padre y abuelo, traje conmigo varios pergaminos de sellado por parte mía y de Kaito, así como jutsus y varios mas sobre temas del chakra. Nos divertíamos cazando animales y entrenando. Pero como dije antes la vida siempre de golpea duro.
Estábamos yendo hacia nuestra casa cuando varios bandidos aparecieron, pude ver que eran 10 por sus cantidades de chakra al parecer eran jonins.
Bandido 1: "Valla hermosa señorita al parecer hoy no es su dia de suerte para usted pero para nosotros nos va a encantar divertirnos con usted si sabe a lo que me refiero." dijo con tono de voz provocativo a lo cual todos los demás comenzaron a reírse.
Leon:"Mama tengo miedo". dijo poniéndose detrás de mi.
Lo calme con la mirada y le di una sonrisa. Me prepare para la batalla y active mi sharingan. Lo cual hizo que los demás se sorprendieran.
Bandido 4:"Que eso es un sharingan. No no puede ser es imposible , pero pensándolo bien si te matamos y nos quedamos con tus ojos nos darán un buen dinero o mejor de vendemos a Kumokagure ganaremos un dineral, jaja es nuestro día de suerte somos mas que.. ".
Antes de terminar su frase mas de media docena de los bandidos fueron cubiertos de fue con un jutsu estilo de fuego "Gran Aniquilación de Fuego". Pelee con todas mis fuerzas aunque era mas una civil y no tenia grandes reservas de chakras ese ataque me salió bien y acabe con la mayoría aunque tenia que tener mucho cuidado. Estaba en una clara desventaja no tenia experiencia en combate y tenia que cuidar a mi hijo no fue hasta que baje la guardia pensando que había acabado que el ultimo bandido enojado arremetió contra mi a pesar de sus heridas me daño de gravedad al lado del pulmon. Tosi mucho sangre y vi como la vida de ese bandido perecía. Vi como mi hijo gritaba mi nombre y corría hacia mi en sus ojos vi en sus ojos ese sharingan de tres tomoes. Con todas sus fuerzas que tenia me cargo y me llevo a la casa dejando detrás un gran camino de sangre, me eche encima de una mesa. Y mire a mi hijo estaba devastado, no me gustaba esta situación, no me quería ir. Quien le lavara su ropa, quien le contara sus cuentos, quien le regañara por portase mal, quien le dará el visto bueno o mala a la primeria novia que le presente, quien le apoyara en sus momentos difíciles. Interrumpí a mi hijo que estaba desesperado tratando de detener el sangrado sabia que no me quedaba mucho.
Aiko:"Leon escúchame con mucha atención, no me queda mucho. Quiero que me prometas que respetaras las vidas de las personas y que si matas a alguien no sientas satisfacción, se que al ser parte del clan Uchiha hay una maldición de odio pero yo soy la prueba de que esa maldición no existe, el amor, la compresión son fundamentales en esta vida. Necesito que me saques mis ojos antes de enterrarme son algo muy preciados para ti y además es mi ultimo regalo lo necesitaras para ser fuerte y proteger a los que te importan así como evitar la ceguera por el uso excesivo del mangekyo sharingan y lo guardes dentro del frasco verde en el almacén para conservarlo. Te amo hijo se un buen hombre y enorgullece a tu madre. "dije esto y asu ves le di un beso en la frente, sentí mis parpados se sentían pesados y un frio me comenzaba a rodear vi por ultimas vez a mi hijo llorando y cerré mis ojos para poder descansar.
Leon:"Mama, Mama despierta vamos no me dejes te lo ruego. Mama!!!".
Tiempo Actual.
Me senté en una silla tratando de asimilar todo en mi vida anterior mis padres murieron por una banda de mafiosos y eso me dio el impulso para ser policía y ayudar los demás. Por que estas personas buscan su propio beneficio por encima de los demás ella no se merecía esto. Aunque mate a esta escoria la verdad es que al fin al cabo el que la mato esta muerto y nada de lo que haga me la devolverá. Acaricié la frente de mi madre y susurré:
Leon: "Madre... te prometo que seré un gran hombre y honraré tu sacrificio. Descansa en paz."
Descanse por un rato una gran parte de mi mente ya había aceptado que ya no estaba en mi mundo y si lo tuviera que comparar seria a la japonesa feudal. Después de soltar algunas lagrimas me levante y camine hacia el almacén tome el frasco con un liquido verde y regrese a la sala me daba repulsión lo que tenia que hacer pero se lo prometí me acerque a su cuerpo y con cuidado le saque los ojos y los coloque en el frasco lo cerré y lo coloque al lado de la mesa. Después de esto me cambie de ropa me encontraba todavía mojado y la ropa me quedaba grande. Ya no me sentía cansado así que reuní varios troncos y comencé a hacer una pila de forma cuadrada envolví a mi madre con otra sabana y la puse cuidadosamente encima de las maderas, le coloque flores que mas le gustaban y cubrí todo su cuerpo con estas. Encendí la madera y observe como comenzaba a arder el fuego. Llore esa persona era mi madre y mi yo de este mundo tenia un gran afecto, la amaba. Cuando se acabo el fuego agarre sus cenizas y las puse dentro de una bolsa de cuero la ate alrededor de mi cintura. Espere a la mañana siguiente cuando salió el sol y baje a la orilla del mar, al lugar donde comenzó mi nuevo comienzo.
Leon: "Este es mi nuevo comienzo... No soy solo Leon Uchiha, soy también Leon Scott Kennedy. El futuro que me espera... lo enfrentaré con la fuerza que ella me dio."
Abrí la bolsa y comencé a tirar sus cenizas lloraba a mares era un dolor indescriptible. Cuando termine hice una pequeña reverencia y camine a paso lento hacia la casa pensando en todas las cosas. Estaba en un nuevo mundo mucho mas o igual de peligroso, la gente es mucho mas violenta y tenia que decidir cual seria mi plan a seguir. Pero siendo yo ese problema se lo dejare a mi yo del mañana.