Jenn ×Emma× Allen

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'No puede ser que pierda contra este imbécil, además...' Pensó Erick, sintiendo cómo un sudor frío recorría su frente mientras se agachaba rápidamente para esquivar una patada que lo rozó apenas. La adrenalina corría por sus venas, y en su mente, la lucha se volvía más intensa.

Apenas logró recuperarse cuando, de inmediato, respondió con un uppercut, su brazo cortando el aire con fuerza. Pero se dio cuenta de algo que lo asustaba: el joven frente a él había pasado de ser un oponente torpe a un adversario formidable, un luchador que no fallaba casi ningún golpe durante el transcurso de la pelea. A pesar de que la ropa de Allen ocultaba su físico, Erick sabía que había una fuerza sorprendente detrás de cada movimiento.

'Gancho derecho, gancho izquierdo, uppercut...' Mientras esquivaba los golpes de Allen, su mirada no se apartaba de los movimientos del hombre. Los ojos de Allen analizaban cada técnica con una velocidad asombrosa; había algo en su forma de pelear que parecía casi sobrenatural. Por sus movimientos, Erick dedujo que tenía experiencia en el boxeo.

"Jajaja... Bueno, gracias por tu experiencia," dijo Allen finalmente, sus palabras resonando con un tono burlón que echó más leña al fuego. Con un giro ágil, comenzó a atacar rápidamente, creando varias fintas. Erick, sorprendido, no pudo responder a tiempo antes de que Allen deslizara su pierna por el suelo, golpeándolo por debajo y haciendo que perdiera el equilibrio.

Erick cayó fuertemente al suelo, el golpe resonando en el entorno silencioso del parque. Confundido y dolido, Erick no entendió del todo lo que acababa de pasar. Allen había aprendido y descifrado todos sus movimientos con solo observarlos, replicándolos a la perfección. La razón por la que lo llamaban "monstruo" finalmente se estaba revelando.

"Ahora es mi turno de devolver el favor," comentó Allen con una sonrisa desquiciada mientras lo sujetaba por el cuello con su mano izquierda. Con su puño derecho, inició su venganza, golpeando sin piedad.

"1... 2... 3... 5... 7... 14... 27..." Una cuenta que se volvía cada vez más frenética, en la que cada golpe que le había dado Erick era devuelto con creces. La sangre comenzó a manchar el rostro de Erick, quien no podía ni siquiera resistirse; cada golpe lo dejaba más aturdido y fuera de sí. Justo cuando Allen estaba por asestar otro golpe, se dio cuenta de que Erick ya se había desmayado.

Detuvo sus golpes, el silencio reinante en el parque contrastando con el caos que había ocurrido momentos antes.

"..." Una avalancha de emociones lo inundó. Sentía una extraña mezcla de ira y satisfacción que lo impulsaba a seguir, pero se contuvo. Se levantó, limpiándose las manos manchadas de sangre con la ropa de Erick, como si eso pudiera borrar lo que había hecho.

Miró a su alrededor, buscando sus auriculares que se habían caído durante la pelea. Al encontrarlos, comenzó a alejarse, su mente aún procesando la violencia del encuentro.

'Oh... me olvidé de interrogarlos. Después de todo, estoy seguro de que fueron enviados por alguien más. No por nada me estuvieron siguiendo hasta el parque,' pensó Allen mientras se marchaba, revisando su celular. Al ver que la pantalla estaba quebrada, sintió una punzada de frustración, aunque todavía funcionaba.

"Tendré que llevarlo a arreglar antes posible. Además..." murmuró para sí mismo, observando sus muñecas, que estaban lastimadas y sangraban un poco. Se dio cuenta de que necesitaba vendarse y usar muñequeras para ocultar las heridas. Con esos pensamientos, finalmente se dirigió de regreso al hotel.

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Tras llegar al hotel, Allen ingresó a su habitación y se dio una ducha, el agua caliente cayendo sobre él como un bálsamo que aliviaba no solo su cuerpo, sino también su mente. Al salir, se envolvió en una toalla que cubría su parte inferior y se dirigió a su cuarto en busca de ropa para cambiarse.

Se puso un conjunto cómodo antes de comenzar a armar su maleta para el viaje que se avecinaba. Con cada prenda que colocaba en la maleta, sentía la emoción y la inquietud del nuevo capítulo que estaba por comenzar.

Una vez que terminó de empacar, se dejó caer sobre la cama, el cansancio de la noche anterior y la tensión de la pelea finalmente pasándole factura. Cerró los ojos, pensando en lo que vendría y permitiéndose un breve descanso antes de que el día de mañana llegara.

-------[Al día siguiente...]

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El elenco completo se encontraba en el aeropuerto nuevamente, pero esta vez, debido a lo repentino e imprevisto del viaje, debían viajar en una aerolínea pública. El bullicio del aeropuerto era abrumador, con personas apresuradas y anuncios resonando en el aire. Allen observó a su alrededor, sintiendo la mezcla de nervios y emoción que siempre lo acompañaba en estos momentos.

"¿Y cómo te fue? ¿Pudiste disfrutar estos días?" preguntó Allen, quien estaba junto a Jenna. Fueron los primeros en llegar al lugar y estaban charlando entre sí. Él estaba vestido con una campera de cuero que le daba un aire de confianza y pantalones azules oscuros que completaban su look.

Jenna, a su lado, llevaba un conjunto completo de ropa negra que acentuaba su figura, su cabello oscuro cayendo en suaves ondas sobre sus hombros.

"Sí, de hecho, pude relajarme bastante, ya que solo tenía que asistir unas horas por algunos diálogos que corregir y nada más," respondió Jenna con una sonrisa, mirando a Allen con una mezcla de admiración y camaradería mientras levantaba la vista, disfrutando de la conexión que compartían.

"Es bueno saber que descansaste bien," dijo Allen, observando a su alrededor cómo algunas personas empezaban a darse cuenta de la presencia de Jenna. Las miradas se volvían curiosas, y algunos comenzaron a sacar fotos y grabar videos, la fama de la joven actriz atrayendo la atención como un imán.

"Veo que estás emocionada por el viaje, Jenna," fue Percy quien interrumpió, llegando con su maleta y saludando a ambos con una sonrisa amplia.

"Hola, Percy. Sí, estoy bastante emocionada, ya que viajaremos a Europa. Nunca he viajado tan lejos," habló Jenna, sus ojos brillando con entusiasmo mientras pensaba en las increíbles experiencias que le esperaban en Rumanía. La idea de explorar un nuevo país la llenaba de una energía contagiosa, y Allen no pudo evitar sonreír al ver su alegría.

A medida que el tiempo pasaba y el grupo se iba reuniendo, Allen sintió que la tensión de los días anteriores comenzaba a desvanecerse, reemplazada por la emoción de la aventura que estaba por comenzar.

Sin embargo, en un rincón de su mente, las imágenes de la pelea y la sensación de haber sido perseguido persistían, recordándole que en el fondo, las sombras siempre estaban al acecho. Pero por ahora, mientras el avión los llevara a un nuevo destino, estaba decidido a disfrutar del momento.

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