Jenn ×Emma× Allen

[Dos días después...]

[8:59 AM...]

El suave murmullo de la ciudad despertaba mientras Allen se encontraba solo en su habitación de hotel, sumido en el mundo de su novela. La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas, proyectando un brillo dorado sobre su notebook, donde las palabras danzaban en la pantalla.

Con el teléfono aun costado, sostenía una conversación con Isabel, su voz resonando en la habitación. [Entonces el resultado sería X= -78²?] preguntó Isabel, con un tono que denotaba una mezcla de duda y esperanza.

Allen tomó un momento para reflexionar, su mente aún un poco adormecida por la falta de sueño. "Sí, esa es la respuesta. Lo estás haciendo bien, estás mejorando poco a poco", respondió, sintiendo una satisfacción al ver su progreso.

[Gracias, bueno, seguiré con los demás], dijo Isabel, su voz llena de determinación.

"Está bien, hazlo, pero no te apresures", aconsejó Allen, mientras un bostezo escapaba de sus labios. La noche anterior había estado absorto en la escritura, y la compañía de Isabel durante sus horas de trabajo se había vuelto un ritual agradable.

A él no le molestaba en absoluto; de hecho, le encantaba que ella lo llamara todos los días a la misma hora para discutir sus tareas de matemáticas. Era una conexión que ambos habían forjado, donde él podía ayudarla con su tarea y, al mismo tiempo, sentir que estaba contribuyendo a su vida. Isabel, que no tenía clases ese día, había decidido quedarse despierta también, trabajando en unas tareas pendientes.

Allen sonrió al pensar en cómo ambos habían terminado atrapados en sus mundos, compartiendo la noche con risas y charlas.

[A todo esto, te agradezco por haber ayudado a mi hermana], comentó Isabel, su tono volviéndose más serio.

"¿A qué te refieres exactamente?" preguntó Allen, sin apartar la vista de la pantalla mientras continuaba escribiendo, sus dedos danzando sobre el teclado.

[No te hagas, es con respecto al casting. Ella estaba muy emocionada, pero debido a eso se puso muy nerviosa. Y por eso te agradezco que hayas intervenido y ayudado].

"Está bien, de nada", respondió Allen, con una leve sonrisa al recordar cómo había animado a la hermana de Isabel, Emma.

"Pero una de las razones por las que le ayudé fue porque tenía tu apellido, así que supuse que era tu familiar". En ese instante, una notificación iluminó su celular. Era un mensaje de Tim Burton. "Oh, acabo de recibir una noticia de último momento, Isa," dijo Allen, sintiendo la adrenalina brotar en su interior.

[¿Qué? Dime, dime].

"Pues… déjame que lo lea... mm, al parecer el elenco de la serie viajará a Rumania para continuar la siguiente etapa de la filmación. Donde viviremos allí aproximadamente un año," leyó Allen en voz alta, su mirada tornándose seria mientras procesaba la información. Cerró la notebook, sintiendo que el peso de la noticia.

 [¡¿Qué?! A Rumania, wow, increíble! ¿Así que cuándo es el viaje?]

"Al parecer es mañana, según me informó Tim. Ya todo el elenco está avisado. Así que bueno…" respondió Allen, mientras se levantaba de su asiento, la emoción y la confianza mezclándose en su pecho.

[Pero, ¿por qué viajan exactamente a ese lugar?]

"Supongo que el ambiente y el lugar son excelentes para la serie. Además, según tengo entendido, utilizaremos algunas construcciones y ciudades para las grabaciones," explicó Allen, consciente de que la información que compartía era delicada y confidencial. La responsabilidad de mantener el secreto pesaba sobre sus hombros, pero la curiosidad de Isabel lo llevó a compartir.

"Por cierto, Isa, ¿por qué ocultas intencionalmente a tu hermana que estás hablando conmigo?" preguntó, notando la omisión en la conversación.

[Ah, te diste cuenta. Pues solo quería sorprender a mi hermana. Además, ella no sabe tu identidad, solo quiero ver su reacción cuando lo descubra.] La respuesta de Isabel resonó en su mente, pero también sintió la tensión de lo que ese secreto podía implicar. No quería complicar la vida de Allen, ni crear un torbellino de preguntas que podría ser difícil de manejar.

[¡Jajaja, algún día se lo diré, pero todavía no!]

"Entiendo. Bueno, me tengo que ir a entrenar, Isa. ¿Te hablo después? y descansa" dijo Allen, sintiendo que la conversación había llegado a su fin.

[Está bien, hasta luego, besos para el mejor]. Diciendo eso, Isabel colgó la llamada. Allen dejó su celular sobre el escritorio, sintiendo que la energía de la conversación aún vibraba en el aire.

Se levantó y se dirigió al baño para darse una ducha, el agua caliente cayendo sobre él como un bálsamo que aliviaba la tensión acumulada.

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Finalmente, tras terminar de bañarse, Allen se cambió a una ropa cómoda y deportiva. Se miró en el espejo, notando las ojeras que comenzaban a marcar su rostro, pero se sintió renovado al salir de su habitación con auriculares Bluetooth. Bajó por el ascensor, sintiendo el ligero hormigueo de la anticipación en su estómago, y al salir del hotel, la brisa fresca de la mañana le dio la bienvenida.

Hizo unos estiramientos antes de empezar a trotar suavemente, disfrutando de la libertad que le ofrecía el ejercicio. La música resonaba en sus oídos, llenándolo de energía.

'Seguiré trotando hasta encontrar un lugar alejado, aunque eso está complicado en esta ciudad,' pensó Allen, mientras aumentaba la velocidad de su trote. Las miradas de las personas a su alrededor se sentían como un impulso, un recordatorio de que estaba en un lugar donde su pasión lo había llevado.

Un rato después, encontró un parque grande, donde los árboles se alzaban majestuosamente, ofreciendo un refugio del bullicio urbano. Sin dudarlo, ingresó al lugar, sintiendo la tranquilidad que emanaba de la naturaleza. El canto de los pájaros y el suave susurro del viento lo rodeaban, y por un momento, se sintió en casa.

Respiró hondo, sintiendo el aire fresco llenar sus pulmones, y comenzó a correr entre los senderos, dejando atrás las preocupaciones y el bullicio del mundo exterior. Allí, en ese espacio verde, se sentía libre, como si la vida misma estuviera a sus pies, lista para ser conquistada. El día apenas comenzaba, pero Allen sabía que grandes cosas estaban por venir.

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