Chapter 44: Promesa, noche de peliculas.
"..."
Allen sintió un escalofrío recorrer su espalda, una sensación inesperada que lo sorprendió. No había anticipado que Emma lo agarrara desprevenido por la espalda, empujándolo suavemente hacia la cama y abrazándolo con fuerza. Una oleada de nostalgia lo invadió, llevándolo a un lugar donde los abrazos eran un refugio y no una rareza.
'Un abrazo... Hace mucho que nadie me abrazaba así...' Pensó Allen, sintiendo la calidez del momento. Pero, en medio de esa dulzura, una emoción desconocida incluso para él pasó por sus ojos, como una sombra fugaz en un día soleado.
Emma se acomodó a su lado, su sonrisa iluminando la habitación. Sin embargo, Allen se dio cuenta de que el abrazo no solo era reconfortante, sino que también le recordaba lo que había estado ausente en su vida durante tanto tiempo. Pero, al hacerlo, notó que su cuerpo estaba bien firme en músculos. Sintió cómo su corazón se aceleraba por la cercanía, pero también se dio cuenta de que se había quedado en silencio, mirando el techo como si estuviera perdido en sus propios recuerdos.
"¿Pasa algo, Rei? ¿Qué estás en silencio?" preguntó Emma, su voz llena de preocupación al notar el cambio en su expresión.
"Ah, no, no, no pasa nada. Solo me sorprendiste, Emmi," respondió Allen con una leve sonrisa, intentando esconder la maraña de pensamientos que lo invadía. Era la verdad, aunque no del todo. La confusión y la alegría se entrelazaban en su mente.
"Jejeje, perdón por eso, pero solo quería abrazarte," comentó Emma de manera inocente, su felicidad era contagiosa y llenaba la habitación de una luz cálida.
"Además, gracias por cuidarme, Rei," dijo Emma con una voz dulce mientras le daba un beso en la mejilla. Allen simplemente sonrió, sintiendo que cada pequeña acción de ella lo llenaba de una ternura que no podía describir.
"De nada... Aunque, ¿qué planeas hacer con esa foto?" preguntó Allen, desviando su mirada hacia la puerta. Allí estaba Jenna, apoyada en el marco, con su celular en la mano. Había salido del baño con ropa corta, casual, y su cabello estaba suelto y un poco mojado, lo que le daba un aire despreocupado.
"Capté el momento justo del beso en la mejilla, y nada, supongo que lo guardaré o algo así... Bueno, voy preparando el living," comentó Jenna, riéndose mientras se alejaba, dejando un rastro de buena energía.
"Bueno, Emmi, busca ropa y ve a bañarte. Así vemos unas películas para relajarnos," sugirió Allen mientras se levantaba de la cama, sintiéndose un poco más ligero tras la interacción.
"Está bien, espera a que busque un poco de ropa," respondió Emma, levantándose también y dirigiéndose hacia el mueble donde tenía guardada su ropa. Allen asintió y salió de la habitación en dirección al living, donde pudo ver a Jenna acomodando el sofá. Al no ser pesado ni grande, no tuvo problemas para moverlo.
"Ahora que lo pienso... en serio que eres bajita," dijo Allen al llegar, comenzando a ayudarla para que terminaran más rápido.
"Oye, eso ofende, gigantón," comentó Jenna con burla mientras se paraba frente a él y lo miraba fijamente, su mirada traviesa desafiando su comentario. La chispa en sus ojos hacía que todo se sintiera ligero y divertido.
"No intimidas con tu tamaño... solo das ternura, jajaj," dijo Allen divertido, mirándola un poco hacia abajo mientras intercambiaban bromas. Ambos se sentaron juntos en el sofá, disfrutando de un momento de complicidad.
'No creciste mucho, que digamos, al menos desde la última vez que te vi. Aunque... te has vuelto más hermosa, Jenna Marie,' pensó Allen mientras la observaba de reojo. Ella estaba enfocada en la televisión, buscando una serie o película interesante.
"¿Algún género en especial que quieras ver? Ya que eres el invitado de honor," preguntó Jenna en un tono divertido, su sonrisa era contagiosa.
"Mm, supongo que acción o terror, cualquiera de los dos está bien," respondió Allen, sintiéndose relajado a su lado. Mientras Jenna buscaba una película, él dio un suspiro casi imperceptible, sintiendo cómo su mente viajaba a recuerdos pasados y promesas no cumplidas.
'Tan solo espera, cada vez falta menos, Jenna. Cumpliré mi promesa sin falta,' fue el pensamiento de Allen, quien con una mirada determinada recordó la promesa que había hecho en el pasado. La imagen de su objetivo lo empujaba a seguir adelante, a enfrentar sus propios demonios.
[Dos horas más tarde...]
Emma, Allen y Jenna se encontraban en el sofá viendo la película que habían elegido. Era una de acción bastante famosa que había tenido buenas críticas. El ambiente entre ellos era agradable, lleno de risas y comentarios divertidos por parte de Emma, que rompían la tensión de la trama.
"Ya se está terminando la película..." dijo Jenna con un bostezo, mostrando que el sueño le estaba ganando. En ese tiempo, se había acercado a Allen, recostándose sobre su hombro. La calidez de su cercanía la hacía sentir segura, y ella sabía que iba a caer dormida en cualquier momento.
"Supongo que sí, maldición, no pensé que era tan larga la película..." comentó Emma con otro bostezo, sintiendo cómo la pereza comenzaba a apoderarse de ella. A pesar de haber dormido en el camino, el cansancio era contagioso.
Continuaron hablando un poco entre Allen y Jenna, pero no pudieron evitar que el sueño los venciera. Allen estaba en el medio, con Jenna a su izquierda, recostada sobre su hombro, sumidos en la calidez de la noche.
"Jejej, es mi venganza," murmuró Emma mientras sacaba su celular y les tomaba fotos, capturando la ternura del momento. Sabía que esos recuerdos valdrían oro en el futuro. Luego guardó el celular y se acurrucó junto a Allen, cayendo en un sueño profundo rápidamente.
El suave sonido de la película se mezclaba con la respiración tranquila de los tres, creando un ambiente acogedor donde el tiempo parecía detenerse. En esa burbuja de amistad y complicidad, las preocupaciones del mundo exterior se desvanecían, y solo existían ellos tres, disfrutando del momento, en un refugio de risas y sueños compartidos.