Chapter 43: Regreso al hotel
.
.
.
Finalmente, después de grabar múltiples tomas una y otra vez, el equipo de producción dio por finalizado el trabajo por hoy. Al menos para los actores, ya que la producción aún estaba inmersa en la ardua tarea de la edición. El cansancio se plasmaba en los rostros de todos, pero el ambiente estaba cargado de una satisfacción palpable por el esfuerzo invertido.
Jenna, exhausta, se dirigió a su camerino. Allí, comenzó a despojarse del pesado maquillaje y la vestimenta de Merlina, sintiendo cómo la piel respiraba de nuevo. Cada brote de maquillaje caía como un símbolo de liberación. Al terminar, se acomodó el cabello, sintiéndose un poco más como ella misma.
Al salir, la luz del atardecer la envolvió, y su mirada se encontró con la escena tierna frente a ella: Emma y Allen habían caído en un profundo sueño, con Emma recostada en el regazo de Allen, quien parecía estar sumido en un sueño reparador.
"Se quedaron dormidos esperando... qué tiernos", murmuró Jenna con una leve sonrisa, sintiendo un cálido cosquilleo en su corazón. De repente, una idea brillante le atravesó la mente. Sacó su celular con cuidado y tomó una foto de ellos dormidos, capturando el momento como un tesoro.
"Bueno, ya debería despertarlos", dijo Jenna, guardando su celular. Se acercó a ellos y movió levemente a Allen, intentando despertarlo. Tras varios intentos, finalmente se desperezó, junto con Emma, quien solo bostezó y empezó a estirarse como si acabara de despertar de un profundo sueño.
"Hola de nuevo, Jenna. ¿Ya terminaste por hoy?" preguntó Allen mientras se frotaba los ojos, mirando hacia el cielo que se teñía de tonos anaranjados y lilas con la puesta de sol. "Sí. Ya terminé, perdón por la espera, pero bueno, vayamos al hotel", comentó Jenna con un leve suspiro. La actuación había sido agotadora y el cansancio comenzaba a hacer mella en ella.
Allen se levantó con un poco de pereza y miró hacia atrás, donde Emma seguía sentada con sueño, aún en su mundo de sueños. "Vamos, Emmi, tenemos que regresar". Emma bostezó de nuevo, alzando los brazos como si se estirara en medio de un sueño. "Tengo mucho sueño, llévame, plis", dijo con una voz suave y soñolienta, que provocó una sonrisa en el rostro de Allen.
"¿En serio? Emma?" dijo Jenna, sorprendida por la actitud de su amiga, quien parecía más una niña pequeña que una joven actriz. Allen simplemente asintió con una sonrisa traviesa y se puso de espaldas. Emma, entusiasmada, se subió a su espalda, abrazándolo por el cuello mientras él la sostenía con firmeza.
Así partieron en dirección al hotel, decidiendo regresar caminando, ya que el hotel solo quedaba a media hora y Jenna quería tomar aire fresco en el camino. Al caminar, la conversación fluyó entre ellos como un río tranquilo. Allen y Jenna conversaron sobre anécdotas del set, risas y chismes, mientras Emma se aferraba a él, sintiéndose cómoda y protegida.
"Por cierto, ¿mañana tienes que trabajar nuevamente?" preguntó Allen con curiosidad, mirando de reojo a Jenna mientras caminaban. "Mm, sí, aunque va a ser menos tiempo y más relajado, porque tengo que grabar audios", respondió Jenna, sintiendo que la carga de la jornada comenzaba a desvanecerse.
"Simulando los pensamientos de Merlina, ¿no?" comentó Allen, recordando que él había sido el responsable de crear el guión. Su conocimiento sobre la historia y los personajes era profundo, y eso le daba una ventaja en sus interacciones. Jenna se sorprendió un poco por el hecho de que él supiera eso.
"Sí, así que asumo que tardaré unas dos horas como máximo y el resto del día libre, así me dijo el Sr. Tim", explicó, sintiendo que su jornada se volvía más llevadera con la idea de tener tiempo libre.
"Es bueno saberlo. Aprovecha mañana y cuando termines, descansa un poco", aconsejó Allen, su tono lleno de preocupación. No quería que ella se estresara demasiado ni se agobiara con la actuación.
"Gracias por el consejo, eso haré entonces", respondió Jenna con una leve sonrisa, aunque no pudo evitar mirar a Emma, quien estaba durmiendo de nuevo mientras era cargada por Allen. La imagen de su amiga en paz, con una sonrisa en el rostro, llenó a Jenna de calidez.
.
.
-----------------
.
.
[Unos minutos más tarde...]
.
Tras llegar al hotel, subieron al ascensor hasta el anteúltimo piso. El ambiente en el ascensor era ligero, con la música suave de fondo que adornaba el trayecto. Jenna abrió la puerta, dejando que Allen pase primero y luego cerró la puerta detrás de ellos, sintiendo una mezcla de agotamiento y satisfacción.
"Yo me voy a bañar, así que si quieres, puedes quedarte y vemos unas películas. ¿O acaso tienes planes?" preguntó Jenna mientras se quitaba la campera y las zapatillas, sintiendo cómo la comodidad del hogar se apoderaba de ella.
"Mm, no tengo planes por ahora, así que supongo que me quedaré. Solo voy a dejar a este barril sin fondo en la cama", comentó Allen con sarcasmo, provocando una risa en Jenna que iluminó su rostro cansado.
"¡Jajaja bueno", exclamó Jenna, riendo mientras le indicaba dónde quedaba la habitación de Emma. Allen ingresó a la habitación donde suavemente dejó a Emma en la cama. Sin embargo, debido al movimiento, Emma se despertó levemente, parpadeando mientras trataba de adaptarse a la luz.
"¿Mm? ¿Ya llegamos?" preguntó Emma, sentándose en su cama, un poco desorientada. Bostezó un poco y miró a Allen, quien sonreía. "Sí. Ya llegamos, dormilona, así que en un rato tienes que ir a bañarte", respondió Allen, sentándose en la cama a su lado, sintiendo una mezcla de ternura y diversión al ver a Emma aún adormilada.
"Tengo pereza, pero bueno, ¿y Jenna?" preguntó Emma, mientras se desperezaba, tratando de despejar su mente. "Está bañándose ahora mismo. Luego de que ella salga, entra tú", dijo Allen, sintiendo que su voz era un suave aliento en el aire.
"Está bien, mientras tanto..." dijo Emma antes de jalar a Allen suavemente y tirarlo en la cama, para luego abrazarlo con una sonrisa. La cercanía entre ellos era reconfortante, y el cansancio parecía desvanecerse en ese momento de complicidad.
"¿En serio, Emmi? ¿Haciendo esto ahora?" dijo Allen, riendo mientras Emma se acomodaba en su abrazo. "Sí, porque eres muy cómodo", respondió ella con un tono juguetón, sintiendo que ese momento era perfecto.
La risa se mezclaba con la tranquilidad del momento, creando un ambiente donde las preocupaciones parecían lejanas. Ambos se quedaron allí, en un cómodo silencio, disfrutando de la calidez de la compañía del otro, sintiendo que, a pesar de las tensiones del día, todo estaba bien en su pequeño mundo.
.
.
.
---------------------------