Salvador de heroínas perdedoras: Ayanokouji Kiyotaka x Makeine

Al llegar a mi casa no hice otra cosa que tumbarme en mi cama, el día de hoy fue agotador mentalmente, por lo que podía permitirme el descansar tranquilamente por ahora, aunque en realidad ese pensamiento fuera solamente una ilusión, no es como si alguna vez fuera a dormir tranquilo alguna vez.

Lentamente todo comenzó a desvanecerse, para que al final solo hubiera oscuridad.

Al despertar la luz del sol me acariciaba la cara a través de las cortinas, pero mis ojos siguen cerrados. Los pájaros cantan a lo lejos, un sonido suave que me llega como un eco lejano. El sueño todavía se aferra a mí, como un cobijo cálido que no quiero dejar ir. Un parpadeo lento. Uno más. Mi cuerpo se estira de manera casi automática, buscando más espacio entre las sábanas que ya no me parecen tan acogedoras. El tirón de mis músculos adormecidos me recuerda que aún no estoy completamente despierto y que la comodidad de la cama está ganando la batalla.

Me froté los ojos, tratando de despejar la niebla de mi mente. Los recuerdos de la noche anterior empezaron a mezclar sus imágenes en mi cabeza, pero no consigo captar nada claro. ¿Qué era? Seguramente no importa, por ahora no lo quiero saber. Todo lo que quiero es quedarme aquí, en esta burbuja, sin hacer nada.

Lamentablemente mi cerebro no podía seguir a mi corazón, obligándome a levantarme de mi cómoda cama.

Al dirigirme hacía la ducha sentí como el agua caliente me golpeaba la piel, era tan reconfortante que siento cómo mis músculos, que aún guardan la tensión de la noche, se van relajando lentamente. 

Luego de que saliera de la ducha el agua caía de mi cuerpo en forma de pequeñas gotas que resbalan por mi piel, la sensación fue bastante satisfactoria.

Al haberme puesto una toalla alrededor del cuerpo, miré mi reflejo que estaba presente en el espejo que tenía delante de mi.

'¿Acaso no había hecho ya exactamente lo mismo?' pensé mientras veía como todo era igual, pero desestimando esos pensamientos, sequé completamente mi cuerpo, para colocarme el uniforme escolar.

Continuando con mi rutina, salí de mi casa, en dirección de la escuela, donde lo primero que hice fue dirigirme al bebedero de siempre

Cuando llegué al salón de clases no habían demasiadas personas dentro, por lo que me dediqué a seguir descansando un poco más, al final no importaba mucho si me perdía una simple clase.

Al despertar por el sonido de una campana, pensé brevemente que recién estaba iniciando la clase, pero al ver como varias personas salían del salón, no fue difícil darme cuenta que ya era hora del almuerzo.

'¿Mañana debería faltar?, no creo que me afecta no venir por un día' pensé mientras me acercaba a la puerta para salir de la habitación, pero al abrirla me encontré con una chica pequeña.

''¿H-hey, tu eres Ayanokouji-kun?''

''Si. ¿Quién eres?'' mirando su rostro no creo haberla visto antes, por lo que probablemente me estaba buscando por algún mandado, o simplemente era una chica rara que quería confesarse, solo espero que no sea la segunda opción.

''U-uh. Soy Chika Komari ¡Del club de literatura!''

''Okey... ¿Por qué la efusividad?'' por favor que no se vaya a confesar, no quiero otra cosa incomoda en mi vida como una chica enamorada de mi o algo así.

La chica llamada Komari se apretó la falda como si se estuviera preparando para decir algo vergonzoso, lo que me alertó aún mas.

''¡Tengo algo que decirte acerca del club de literatura!''

''Me niego... ¿eh?'' al principio dije eso sin pensar en lo que me estaba por decir, pero procesando lo que dijo hace un momento no le veía ningún sentido, al fin y al cabo no tengo nada que ver con ese club.

''¿Tengo algo que ver con ese club?'' pregunté desviando su atención de mi anterior negativa para que no sacara conclusiones acertadas.

''E-es porque Ayanokouji-kun forma parte del club de literatura''

''Ahora que lo dices... supongo que en algún momento me uní a un club, pero nunca supe cual era'' en realidad al ver que los estudiantes de años superiores seguían reclutando a estudiantes sin clubes, me uní al primer club que me encontré para que me dejaran de molestar, pero como nunca me llamaron ni nada parecido, nunca le presté atención al tema de clubes.

Habiendo escuchado mi comentario, la chica que tenía enfrente comenzó a hacer clics en su teléfono, para luego ponerlo en frente mío.

— Fuimos amonestados por el consejo estudiantil por tener miembros inactivos. Tenemos pocos miembros, después de todo —

Parece que ese miembro inactivo era yo.

— De todas formas, visítanos el día de hoy después de clases —

''Seguro'' ¿Debería simplemente ir a casa?

Viendo a la chica irse di un leve suspiro, espera. ¿Basori no es parte del consejo estudiantil?, tal vez debería extorsionarla o algo así para que deje en paz al club de literatura y así me dejen no participar.

En otra parte, específicamente en el consejo estudiantil hubo una linda chica de cabello oscuro que tuvo un mal presentimiento sin razón aparente, pero solo quería darle un golpe a cierto chico de pelo castaño.