Salvador de heroínas perdedoras: Ayanokouji Kiyotaka x Makeine

La luz del sol me acaricia la cara a través de las cortinas, pero mis ojos siguen cerrados. Los pájaros cantan a lo lejos, un sonido suave que me llega como un eco lejano. El sueño todavía se aferra a mí, como un cobijo cálido que no quiero dejar ir. Un parpadeo lento. Uno más. Mi cuerpo se estira de manera casi automática, buscando más espacio entre las sábanas que ya no me parecen tan acogedoras. El tirón de mis músculos adormecidos me recuerda que aún no estoy completamente despierto y que la comodidad de la cama está ganando la batalla.

Me froté los ojos, tratando de despejar la niebla de mi mente. Los recuerdos de la noche anterior empezaron a mezclar sus imágenes en mi cabeza, pero no consigo captar nada claro. ¿Qué era? No importa, por ahora no lo quiero saber. Todo lo que quiero es quedarme aquí, en esta burbuja, sin hacer nada.

Lamentablemente mi cerebro no podía seguir a mi corazón, obligándome a levantarme de mi cómoda cama.

Al dirigirme hacía la ducha sentí como el agua caliente me golpeaba la piel, era tan reconfortante que siento cómo mis músculos, que aún guardan la tensión de la noche, se van relajando lentamente. 

Luego de que saliera de la ducha el agua caía de mi cuerpo en forma de pequeñas gotas que resbalan por mi piel, la sensación fue bastante satisfactoria.

Al haberme puesto una toalla alrededor del cuerpo, miré mi reflejo que estaba presente en el espejo que tenía delante de mi. Usualmente suelo ir a la escuela con el cabello desordenado para no destacar, pero en el trabajo siempre me arreglaba poniéndome algún accesorio o algo así.

El día de hoy de alguna manera no quise seguir haciendo lo mismo, así que lo único que hice fue no auto-sabotearme a mi mismo.

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'Yosh, parece que estoy bien, supongo' pensé mientras me terminaba de peinar el cabello.

Al salir de mi casa todo fue normal, es cielo era tan hermoso como siempre, había gente caminando, personas paseando sus mascotas y otras cosas.

Cuando llegué a la escuela no presté atención a nadie y me dirigí directamente a un grifo que estaba ubicado enfrente de la biblioteca.

El sabor del agua aunque para muchos no variaba, para mi si lo hacía. Esto podía estar relacionado por varios factores. Uno de ellos puede llegar a ser la época del año, pero lo que yo tomaba como lo mas importante era el contenido de cloro.

Explicando un poco de esto, este era el grifo mas alejado que estaba conectado al tanque de la azotea. Si pudiera decirlo yo mismo, era bastante astuto (inclusive me sentía orgulloso), además de que ya había cronometrado el tiempo que tardaba en llegar al salón.

Cuando terminé de beber el agua del grifo me dirigí directamente al salón de clases, por buena suerte no me encontré con ninguna cara conocida (aunque no tuviera ninguna), pero igualmente no pude evitar sentir como habían personas que me miraban.

¿Era yo siendo egocéntrico?, no lo creo.

Sin siquiera prestar atención entré al salón al mismo tiempo que sonaba la campana.

'Como siempre a tiempo' pensé mientras me dirigía a mi asiento.

Al sentarme no pude evitar tener el mismo sentimiento de antes, los demás me seguían mirando fijamente. Sinceramente no entendía la razón por la que me prestaban tanta atención, pero lo único que sabía es que tenía ganas de dormir.

''Supongo que otra vez llegará tarde...'' murmuré en voz baja al ver un mensaje en la pizarra, diciendo que la clase comenzaría tarde.

¿Debería dormir?, suena como una buena idea, pero igualmente no me siento cómodo al saber como susurran mi nombre como si tuvieran mi permiso.

''Bueno, ¡vamos a almorzar!'' la persona que me sacó de mis pensamientos no fue otra persona que la chica por la cual tuve que ser torturado durante horas, llamada Karen Himemiya.

Al ver como hablaban Himemiya, Yanami y Hakama no pude evitar sentir algo de curiosidad de como ahora hablaban como si nada hubiera sucedido

Con una sola mirada fue fácil notar que Yanami estaba algo incomoda con la situación, ya que ella se limitó a responder con una sonrisa forzada.

''Yo estoy bien, no quiero interrumpirlos a los dos''

''Que linda eres Anna-chan, eres mi mejor amiga'' Me pregunto si sabe que la llama vaca a sus espaldas.

''Oy, cielos...'' dijo Yanami mientras la abrazaba.

''Bueno, hay que ir a comer al patio'' dijo Himemiya mientras le correspondía el abrazo, dejándola sin ruta de escape.

'Supongo que tendré que intervenir' pensé mientras me levantaba de mi asiento para dirigirme en su dirección.

''Hola Himemiya, Hakama. ¿Les importa si me llevo a Yanami?, la profesora nos pidió que la ayudáramos con algo''

''¿Es cierto Anna?'' le preguntaron sin creerme en lo absoluto.

''¿Eh?, ah, si es cierto, casi lo olvido. Muchas gracias por recordármelo Ayanokouji-kun, nos vemos'' al principio pareció no captar mi mentira, pero rápidamente me agarró del brazo para huir, despidiéndose de ellos apresuradamente.

''¿Por qué te estoy acompañando?'' le pregunté cuando ya estuvimos lo suficientemente lejos para que no nos escucharan.

La mayoría de los salones ya estaban en clases, por lo que los pasillos estaban completamente vacíos.

No pude evitar sentir un poco de curiosidad por esta chica. Ahora que la veía de cerca su cabello se ve bastante esponjoso, además de verse adorable por las proporciones de su cuerpo. 

La verdad es que no entendía la razón por la cual ese chico había rechazado a una chica tan linda, aunque tal vez se pueda deber a su disponibilidad, ya que se nota que esta cabeza hueca seguramente esperará pacientemente hasta que esa pareja rompa.

''¿Hmm?¿Hay algo en mi rostro?'' me preguntó al notar que la seguía mirando.

''Si, un bicho muy feo'' dije con el rostro totalmente plano.

''¿¡Ehhh!?'' dijo mientras se alejaba de mi y comenzaba a intentar quitarse cualquier cosa que tuviera.

''Si me disculpas'' dije mientras dentro de mi un impulso infantil se apoderaba de mi, extendiendo el dedo índice y dándole un leve golpe a su nariz.

Al sentir nuestro contacto se retiró aparentemente avergonzada.

''¿Se puede saber que haces?'' dijo luego de unos segundos, ya recuperada de mi ataque.

''Solamente te quite la mugre, eso es todo'' dije mientras seguía caminando sin prestarle atención a sus reclamos.

Notando que no le hacía caso, optó por ir con otro tema.

''¿Ayanokouji-kun me ayudó ya que notó que estaba en problemas?'' 

''Si, pero me arrepiento de hacerlo'' dije quitándome el mérito.

''Eres odioso, pero te lo agradezco. Casi no logro contenerme de la idea de pinchar la bolas de carne de esa mujer tetona''

''No creo que sea algo que tu debas decir, tampoco estás nada mal en ese aspecto'' dije mientras daba una leve mirada sin que se de cuenta.

''Me arrepiento de lo que dije, eres de lo peor''

''Me alegro que estemos en la misma página''

''Pero... ¿Qué te hiciste en el cabello?'' dijo tomando un mechón sin preguntarme.

''Normalmente me peino cuando voy a trabajar, así que hoy solo me lo dejé así'' dije mientras retiraba lentamente su mano.

''Pues... debo decir que te queda bien'' dijo mientras se sonrojaba levemente.

''Vaya, así que ya he tocado tu corazón, pensé que tardaría mas'' dije en tono de broma.

''Ojalá te quedes calvo'' dijo mientras formaba una X con sus brazos.

Luego de eso continuamos conversando hasta que llegamos al salón de profesores, encontrándonos con la profesora con quien tenemos clases.

Al mirar alrededor, todo estaba hecho un desastre. Digo, hojas por el piso, café en el suelo, no creo que sea especialmente ordenada para ser un adulto.

Luego de eso Yanami comenzó a ayudar a la profesora con su desastre, hasta que finalmente se dio cuenta que se había equivocado de tema.

''Es un desastre esa profesora'' dije cuando salimos de la sala de maestros.

''Jejeje'' no digas jeje.

Cuando llegamos al salón me dirigí a mi asiento sin despedirme de ella, ya que pronto fue abarcada por sus amigos.

Luego de un rato finalmente llegó la profesora, pero sin ningún material con ella, cosa que fue notada por todos.

''Bueno chicos... como hubo una confusión con el material de clases voy a anunciar que la clase de hoy se va a centrar en una sola cosa... Cambio de sitios'' dijo mientras nos señalaba con aparente felicidad.