Chapter 6: Capítulo 05: Acero
El ambiente en la entrada de la mina era tenso. Se podía sentir en el aire el rastro de una pelea reciente.
Manchas de sangre cubrían algunas rocas, herramientas rotas estaban esparcidas por el suelo y varias estructuras parecían haber sido dañadas en el conflicto.
El grupo avanzó con cautela, analizando la escena.
"Esto no se ve bien…"
7 de Marzo frunció el ceño mientras miraba a su alrededor.
"Demasiado desastre para ser solo una discusión entre mineros y vagabundos."
Dan Heng asintió.
"No parece una simple pelea. Aquí ocurrió algo más grave."
Seele miró los rastros de combate con una mueca.
"Tch… No pensé que las cosas hubieran escalado tanto."
Antes de que pudieran discutir más, una voz familiar los interrumpió.
"¡Oh, menos mal que están aquí!"
Natasha apareció corriendo desde un campamento improvisado cerca de la entrada de la mina.
Su expresión aliviada se centró en Aleph primero.
"¡Aleph! ¿Estás bien? Había escuchado rumores de que te habían visto cerca de la zona del conflicto."
Aleph se rascó la nuca un tanto avergonzado y asintió.
"Sí, estoy bien. De hecho…"
Sacó una bolsa de suministros y se la entregó.
"Esto es para ti. Tardé más de lo que esperaba en conseguirlos, pero aquí están."
Natasha parpadeó sorprendida antes de tomar la bolsa y revisarla.
Su expresión se suavizó.
"…Hiciste un buen trabajo. Gracias, Aleph."
Aleph se sintió un tanto feliz al notar que Natasha sonreía con gratitud.
Aleph sintió una punzada de alivio al ver su sonrisa. Afortunadamente, Seele llegó en el momento perfecto. Si no hubiera podido encontrar suministros...
Prefirió no imaginar las consecuencias.
7 de Marzo los miró con curiosidad.
"¿Cuándo te volviste su empleado?"
"¡No soy su empleado! Solo… le debía un favor."
Dan Heng alzó una ceja.
"Vaya, parece que sí tienes algo de responsabilidad después de todo."
Aleph bufó.
"…Cállate."
Seele interrumpió la conversación.
"Natasha, ¿qué está pasando aquí?"
Natasha suspiró, volviendo a su expresión seria.
"Lo que saben es lo mismo que sabemos nosotros. Mineros y vagabundos entraron en conflicto por una veta de mineral. Wildfire intentó mediar, pero la pelea escaló demasiado. Ahora tenemos demasiados heridos y pocos recursos para tratarlos."
Stelle miró los alrededores, notando que había varias personas siendo atendidas por los asistentes de Natasha.
"¿Cuántos heridos hay?"
"Más de los que esperaba."
Natasha suspiró mientras cerraba la bolsa de suministros.
"Muchos no están en condiciones de pelear, pero si esto sigue así, podríamos tener más heridos antes de que el día termine."
Seele apretó los puños.
"Tch… Maldita sea. No podemos permitir que esto continúe."
Dan Heng cruzó los brazos.
"La única forma de resolver esto es ir directamente al origen del problema."
Natasha los miró con preocupación.
"Si van a entrar, tengan cuidado. No sabemos qué tan mal están las cosas ahí dentro."
Aleph le dedicó una sonrisa confiada.
"Tranquila. Nos aseguraremos de no volver hechos pedazos."
Natasha lo miró fijamente antes de suspirar.
"Más te vale."
Con esas palabras, el grupo se preparó para adentrarse en la mina.
********
El interior de la mina era un tanto oscuro y húmedo, iluminado solo por algunas lámparas parpadeantes que colgaban del techo.
El sonido de agua goteando y el eco de pasos en la piedra hacían que el ambiente se sintiera aún más tenso.
"Este lugar tiene mala pinta…"
7 de Marzo murmuró mientras caminaba con cautela.
Seele, que iba al frente, asintió con el ceño fruncido.
"La tensión entre los mineros y los vagabundos siempre ha sido alta, pero pocas veces he visto que escalara a algo así."
Dan Heng analizó las huellas en el suelo.
"Las marcas sugieren que hubo un enfrentamiento aquí, pero no parece haber sangre."
Aleph miró más de cerca las paredes.
"Esto no fue solo una pelea entre grupos. Hay impactos en la roca, como si algo más fuerte hubiera estado aquí."
Justo cuando el grupo comenzaba a sospechar que algo no encajaba, escucharon voces más adelante.
"¡Bájate de tu pedestal, princesa!"
El tono burlón y lleno de resentimiento hizo que todos se detuvieran en seco.
Stelle fue la primera en reaccionar, corriendo en dirección a la voz.
Cuando llegaron a la escena, encontraron a un grupo de vagabundos rodeando a una figura solitaria.
Bronya.
La heredera de Belobog estaba de pie, sosteniendo su rifle con firmeza.
Los vagabundos que la rodeaban la miraban con desprecio.
"¿Qué hace alguien como tú en este agujero?"
"¿Vienes a ver de cerca cómo vive la escoria que la Ciudad Superior abandonó?"
"¿O acaso crees que con unas pocas palabras bonitas vamos a olvidar lo que nos hicieron?"
Bronya mantuvo la calma, pero cualquiera podía notar que la situación era precaria.
Seele no lo dudó y dio un paso adelante.
"¡Aléjense de ella!"
Su voz resonó con firmeza, haciendo que algunos vagabundos giraran la cabeza hacia ella.
Aleph se cruzó de brazos y dejó escapar una carcajada.
"Vaya, vaya. No creí que vería el día en que alguien se sintiera lo suficientemente valiente como para rodear a una soldado armada."
Los vagabundos fruncieron el ceño, molestos por la interrupción.
"Esto no es asunto suyo."
"¡Cuando intentan atacar a alguien en grupo, se convierte en nuestro asunto!"
Dijo 7 de Marzo con los brazos cruzados.
Bronya frunció el ceño y bajó ligeramente su arma, evaluando la situación.
Seele se adelantó, colocándose al lado de Bronya.
"No sé qué esperan lograr con esto, pero si creen que atacar a una sola persona cambiará algo, entonces están más desesperados de lo que pensaba."
Uno de los vagabundos se acercó con una mueca de ira.
"¡¿Y qué?! ¡La gente como ella nos dejó aquí para morir!"
Aleph dio un paso al frente.
"¿Y qué creen que va a pasar si la atacan? ¿Se van a sentir mejor, van a demostrar algo? ¿O es que creen que esto los hará mejores que ellos?"
Los vagabundos se quedaron en silencio por un momento.
Dan Heng suspiró.
"Si realmente odian a la Ciudad Superior, deberían centrar su energía en algo más productivo que esto."
Bronya finalmente tomó la palabra.
"Vine aquí para entender la verdad de este conflicto. Si realmente creen que los de arriba no nos preocupamos por ustedes, entonces permítanme demostrarles que están equivocados."
Los vagabundos se miraron entre sí, claramente divididos.
Al final, uno de ellos bufó y dio un paso atrás.
"Tsk… No quiero perder más el tiempo con esto."
Uno a uno, comenzaron a dispersarse, aunque sus miradas de resentimiento no desaparecieron.
Cuando finalmente estuvieron solos, Bronya suspiró y los miró.
"No esperaba encontrarme con ustedes aquí."
7 de Marzo se estiró un poco.
"Lo mismo digo. ¿Qué estás haciendo aquí, Bronya?"
Bronya guardó su rifle y miró la mina con seriedad.
"Tratar de entender lo que está pasando."
Seele la miró con los brazos cruzados.
"¿Y cuál es tu conclusión hasta ahora?"
Bronya suspiró.
"La disputa comenzó cuando los mineros encontraron una gran veta de mineral. Temiendo que otros pudieran quitararles la mayor parte de los beneficios, intentaron ocultarlo."
Señaló el camino más profundo en la mina.
"Pero los vagabundos se enteraron y decidieron que no iban a dejar que se lo quedaran. La pelea escaló demasiado rápido y Wildfire intentó intervenir, pero para ese punto ya había demasiada hostilidad entre ambos grupos."
Dan Heng asintió lentamente.
"Eso explica la tensión… pero no explica la escena que vimos afuera."
Bronya apretó los labios.
"Ese es el problema. Justo cuando la pelea llegó a su punto más alto… algo pasó."
7 de Marzo arqueó una ceja.
"¿Algo?"
Bronya miró el camino que llevaba a la veta.
"Robots. Vinieron de repente y expulsaron a todos. No solo a los vagabundos y mineros… también a Wildfire."
Aleph frunció el ceño.
"¿Robots? ¿De dónde?"
Bronya miró a Seele.
"…De Svarog."
Seele se tensó.
"¿Qué? ¿Svarog tomó la veta?"
Bronya asintió.
"Lo hizo con de una forma en que nadie pudo pararlo. No destruyó la mina, no dejó heridos graves, pero dejó claro que ahora la veta le pertenece a él."
Dan Heng cerró los ojos por un momento.
"Entonces ya no es un conflicto solo entre mineros y vagabundos. Ahora hay un tercer jugador en el tablero."
Stelle miró a Seele.
"¿Quién es Svarog?"
Seele hizo una mueca antes de responder.
"Un robot extremadamente avanzado. Controla un grupo de máquinas en Underworld y ha estado protegiendo a los sobrevivientes por años, pero lo hace bajo sus propias reglas."
7 de Marzo parpadeó.
"Entonces, ¿es un aliado o un enemigo?"
Seele cruzó los brazos.
"Depende de la situación, aunque es bastante hostil con Wildfire. Pero una cosa es segura si Svarog decidió que la veta es suya, no la va a soltar fácilmente."
Aleph suspiró.
"Entonces, ¿qué hacemos ahora?"
Seele miró a Bronya con una expresión seria.
"Nos adentramos en la mina y recuperamos la veta antes de que él la cierre por completo."
Bronya asintió.
"Si realmente queremos resolver este conflicto, necesitamos respuestas. Y la única forma de obtenerlas es enfrentando a Svarog cara a cara."
El grupo se preparó para seguir adelante.
********
El aire dentro de la mina se volvía más denso a medida que avanzaban.
Las paredes de roca eran irregulares y en algunos puntos se podían ver los rastros recientes de excavaciones apresuradas.
Bronya, Seele y Aleph iban al frente, con Dan Heng, Stelle y 7 de Marzo cubriendo la retaguardia.
Cada uno mantenía sus armas listas.
"Si los mineros y vagabundos ya fueron expulsados, deberíamos encontrar menos resistencia… en teoría."
Dan Heng comentó con un tono analítico.
"En teoría"
Repitió Aleph con una mueca.
"Pero por experiencia propia, cuando las cosas parecen demasiado fáciles, significa que estamos caminando directo hacia una trampa."
Seele resopló.
"Por primera vez, estoy de acuerdo contigo."
7 de Marzo giró la cabeza con curiosidad.
"¿Desde cuándo ustedes dos se llevan tan bien?"
"¡No me llevo bien con él!"
Exclamó Seele con una expresión de molestia inmediata.
Aleph se encogió de hombros con una sonrisa.
"Lo que ella quiere decir es que poco a poco se está dando cuenta de mi gran carisma y encanto."
Seele le lanzó una mirada afilada.
"Si sigues hablando, te juro que te dejaré inconsciente y fingiré que nunca nos conocimos."
7 de Marzo soltó una risita.
"Awww, qué tierno. En un par de días más seguro se están llamando por apodos lindos."
"¡Eso no va a pasar!"
Grito Seele.
"Si lo que dices tenie algún sentido ¿No deberían tu y él ser más adecuados para el otro? Cuando pelearon hace una horas realmente hacían que uno sintiera la necesidad de decirles que busquen una habitación"
"¿Yo? ¿Con él/ella? ¡Ni en sus sueños!"
7 de Marzo y Aleph hablaron al mismo tiempo.
Dan Heng suspiró.
"Concéntrense. Hay movimiento adelante."
La broma terminó en un instante.
El grupo se tensó al ver un grupo de mineros más adelante.
No parecían armados, pero por como se veían parecía que estaban bastante asustados.
"Algo no está bien."
Dijo Bronya con el ceño fruncido.
Los mineros se sobresaltaron al notar su presencia y dieron un paso atrás, claramente listos para correr.
"¡No somos enemigos!"
Seele levantó las manos en señal de calma.
"Estamos aquí para detener este conflicto antes de que alguien más salga herido."
Uno de los mineros, un hombre mayor con cicatrices en las manos por años de trabajo, la miró con cautela.
"¿Y qué nos garantiza que no van a hacernos daño?"
Bronya dio un paso adelante.
"No vine aquí para hacerle daño a nadie. Vine a entender la verdad de esta disputa y evitar más enfrentamientos."
El hombre mayor la observó por un momento antes de hablar.
"Nosotros… solo queríamos lo que nos correspondía. Trabajamos duro en esta mina. Pero cuando los vagabundos se enteraron, todo se salió de control."
Otro minero, más joven, apretó los puños.
"¡Nos atacaron! ¡Intentaron quitarnos lo que nos pertenece!"
Seele frunció el ceño.
"Ese montón de perezosos son otra cosa, ¿verdad?"
El minero más joven desvió la mirada, evitando responder.
Antes de que la conversación pudiera continuar, un ruido se escuchó desde la entrada de la cueva.
Los mineros se pusieron tensos.
"¡Nos encontraron!"
Antes de que pudieran reaccionar, un grupo de vagabundos apareció en la entrada de la mina.
Algunos llevaban armas improvisadas: tuberías, barras de metal, palas y algunas herramientas afiladas. Mientras que otros tenían armas verdaderas pero oxidadas o con una que otra grieta en ellas.
La tensión explotó en un instante.
"¡Esos bastardos intentan hacer un trato con la Guardia!"
Uno de los vagabundos gritó mientras avanzaba con ira.
Los mineros se agruparon con nerviosismo, sin armas ni forma de defenderse.
"¡No vinimos a pelear!"
Gritó Bronya, pero los vagabundos ya estaban demasiado alterados como para escuchar razones.
"¡Por su culpa Wildfire nos dejó atrás!"
"¡Nos robaron lo poco que teníamos!"
Los gritos se intensificaron.
Aleph suspiró mientras estiraba los brazos.
"¿Me estás diciendo que vinimos a detener una pelea y terminamos en otra?"
Seele frunció el ceño.
"Si no hacemos algo rápido, esto terminará en un baño de sangre."
Dan Heng asintió.
"No tenemos opción."
Seele avanzó al frente y miró a los vagabundos con dureza.
"Les daré una advertencia."
Apretó los puños.
"Si cruzan esta línea con intención de atacar, los detendremos."
Uno de los vagabundos escupió al suelo.
"¡¿Y qué harán ustedes, huh?! ¡No nos van a detener tan fácil!"
7 de Marzo sonrió con confianza.
"Oh, amigo… cometiste un error enorme."
Los vagabundos no lo entendieron hasta que fue demasiado tarde.
....
Los vagabundos no esperaron más y se lanzaron al ataque.
Aleph, Seele y los demás entraron en acción de inmediato.
Stelle se movió primero, bloqueando el golpe del vagabundo con un tubo usando su bate.
"Te mostraré lo que es verdaderamente un arma para golpear"
El impacto resonó en la mina, levantando polvo y pequeñas rocas, el vagabundo fue enviado a volar.
Dan Heng esquivó un ataque con fluidez, deslizándose hacia un lado antes de golpear con la base de su lanza, desarmando a uno de los agresores.
7 de Marzo disparó una flecha de hielo, inmovilizando a dos enemigos en el suelo.
Bronya, utilizó su rifle para disparar un proyectil de energía que explotó en el aire, obligando a los vagabundos a retroceder.
Aleph se movió con velocidad, bloqueando un golpe dirigido a los mineros con un rápido contraataque.
Los vagabundos pronto se dieron cuenta de algo.
Estaban completamente superados.
Seele fue la última en moverse.
Apareció detrás del líder de los vagabundos en un parpadeo, su guadaña brillando con un resplandor azul.
"¿Todavía quieres seguir?"
Su tono fue cortante, como el filo de su arma.
El líder tragó saliva.
"...Tch. Maldita sea."
Hizo un gesto a los demás.
"¡Nos vamos!"
Uno a uno, los vagabundos retrocedieron hasta desaparecer en los túneles.
La pelea había terminado.
Pero antes de que pudieran relajarse, un estruendo resonó en la mina.
El suelo vibró bajo sus pies.
"¿Qué fue eso?"
Preguntó 7 de Marzo con alerta.
Bronya frunció el ceño.
"No lo sé, pero no me gusta nada."
Los mineros se miraron entre sí con nerviosismo.
Seele endureció su expresión.
"Tenemos que ir a la veta de mineral."
Dan Heng asintió.
"Si la pelea atrajo demasiada atención, podríamos estar en problemas."
Aleph decidió hablar con Burroughs.
"¿Detectas algo?"
[Advertencia: Fuente de energía inusual detectada en la veta.]
Aleph apretó los dientes.
"Sí, definitivamente estamos en problemas."
Stelle giró su bate.
"Entonces movámonos."
Sin perder más tiempo, el grupo avanzó hacia las profundidades de la mina.
El pasaje se volvió más angosto a medida que descendían.
El aire era más pesado, con un leve brillo metálico reflejando en las paredes.
Cuando finalmente llegaron a la veta, se encontraron con un ejército de Robots.
No simples máquinas de minería, sino autómatas con blindaje reforzado, patrullando la zona con movimientos precisos.
Los ojos de Seele se abrieron con sorpresa.
Antes de que Seele pudiera responder, una voz mecánica resonó en el ambiente.
Una figura enorme emergió de la sombra de la mina.
Un coloso metálico con una silueta imponente y un único ojo rojo brillante en el centro de su rostro una niña descalza de cabello blanco y ojos rojos ll acompañaba
Bronya apretó los puños.
"Esto es malo."
Aleph sintió un escalofrío.
"Burroughs…"
[Advertencia: Nivel de amenaza extremadamente alto. Recomendación: No entrar en combate directo. Este enemigo esta por encima de tu liga, el es lo que impide que se pueda regresar a la superficie]
Aleph suspiró.
"Por supuesto que no iba a ser fácil."
Svarog los miró sin emoción.
[Retírense. No hay razón para un conflicto.]
Seele apretó los dientes.
"¡Esta veta no te pertenece!"
[Todo recurso en underworld debe ser administrado para su supervivencia.]
La voz de Svarog era fría, calculadora.
Dan Heng cruzó los brazos.
"…Es lógico."
7 de Marzo lo miró incrédula.
"¡¿De qué lado estás?!"
Dan Heng ignoró la pregunta.
"Pero, Svarog… estás ignorando la raíz del problema."
Svarog no respondió.
Stelle se adelantó.
"¿Qué planeas hacer con la veta?"
[Los recursos serán distribuidos según lo indiquen los cálculos óptimos para la supervivencia de underworld.]
Seele frunció el ceño.
"¿Y qué hay de Wildfire? ¡Ellos también protegen Underworld!"
[Wildfire es una variable incontrolable. Operaciónes independientes no garantizan resultados óptimos.]
Bronya dio un paso al frente.
"Entonces… no piensas ceder."
Svarog giró su ojo mecánico hacia ella.
[Confirmación. No cederé.]
Aleph sintió un peso en su pecho.
"Esto no va a terminar bien."
Los robots de Svarog comenzaron a moverse.
[Dejen la zona. Esta es su última advertencia.]
Dan Heng suspiró.
"…Creo que no nos vamos sin pelear."
Stelle giró su bate.
"Entonces peleemos."
Seele tomó su guadaña.
"Estoy lista."
Bronya ajustó su rifle.
"No permitiré que nos expulsen de nuestro propio hogar."
Aleph cerró los ojos por un momento antes de abrirlos con una sonrisa tensa.
"Bueno, supongo que un poco de ejercicio no hace daño."
Los robots se activaron al mismo tiempo.
La batalla por la veta estaba por comenzar.