Hechicero supremo en hogwarts

Chapter 37: "En el Ministerio: Risas y Retos"



Tenía pensado subir el capítulo ayer pero tuve que viajar por 5 horas y llegue derrotado. Si les gustó el cap por favor dejen sus piedras..

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"¿Entonces por qué debemos ir al Ministerio que tanto pareces detestar?", preguntó Fleur mientras caminaba al lado de Stephen.

"Tengo una cita con Ojo Loco para patear el trasero de sus subordinados", dijo Stephen con una sonrisa mientras veía hacia atrás a los gemelos que se burlaban de Harry sin compasión.

Y es que hace unas horas, cuando Harry llegó a la casa Flamel luego de jugar en el parque de diversiones, justo en ese momento llegó Fleur. Con su aura de Veela y, como hace poco terminó de grabar la película *Guerrero Dragón*, aún conservaba parte del aura malévola de su personaje. Y como si fuera una reina mirando a todos desde arriba, su presencia se podía sentir, haciendo que los débiles de mente no pudieran resistir. Esto golpeó a Harry, que tan pronto vio a Fleur, se postró de rodillas.

Y ahora los gemelos, sin piedad, se estaban burlando de Harry.

"Joven caballero Harry", "Escudero Harry es mejor".

"Eso me recuerda a Charlie cuando conoció a Fleur", "Sí, jajaja, enseguida se confesó, ganándose una mirada de asco", "¡Jajajaja!" Los gemelos siempre se divertían más si era a costa de los demás.

"Está bien, Harry, no te preocupes, Fleur no se burlará de ti. Incluso, si te portas bien, tal vez te nombre caballero", dijo Stephen, pareciendo ayudar a Harry, pero terminó siendo una burla.

"Ya dejen de molestar al pobre pequeño y compórtense, estamos rodeados de gente", dijo Fleur, intentando detener al trío de payasos, sintiéndose un poco culpable por su aura.

"A sus órdenes, Majestad", dijo Fred mientras hacía un saludo noble.

"Sus deseos son órdenes, oh Reina Oscura", dijo George, siguiendo el chiste de su hermano.

"Oh, reina mía, perdone a este humilde... puff", Stephen quiso seguir el juego, pero fue golpeado en el estómago violentamente por la reina del terror que tenía enfrente, quedando arrodillado en el piso.

"Mierda. Fred, retirada estratégica".

"Afirmativo, George", dijeron los gemelos mientras intentaban escapar dividiéndose, pero fueron atrapados rápidamente por unos látigos de luz y luego golpeados y arrojados al lado de Stephen. Mientras tanto, Harry temblaba como un pequeño ciervo recién nacido, sin saber si debía buscar ayuda.

Algo que atrajo la atención de todos alrededor, ya que era una vista bastante bizarra.

"No se suponía que debíamos comportarnos, tú fuiste la más vistosa", dijo Stephen suavemente mientras los gemelos asentían con dolor.

"¿Qué dijiste, idiota?", dijo Fleur, escurriendo aún más su aura de Reina Oscura, lo que hizo que muchos de los que observaban la escena quisieran arrodillarse y ser golpeados por ella.

Mientras todos estaban distraídos, un hombre gordito y pelirrojo llegó empujando a la gente para hacerse paso.

"Así que eran ustedes. Pueden seguir con su drama en privado, estamos en el Ministerio de Magia, ¿qué están haciendo aquí?", dijo el hombre, mientras fingía regañar a los niños revoltosos, aunque su cara de felicidad lo delataba.

"Hola, papá", "Nuestro padre", dijeron los gemelos al darse vuelta y ver a su padre, Arthur Weasley, parado fingiendo estar enojado sin mucha credibilidad.

"Perdón, señor Arthur, por importunar. Tenemos una cita con... ¿Ojo Raro?", habló Fleur mientras miraba a Stephen para confirmar el nombre. Stephen asintió afirmativamente, muy seguro.

"Ojo Raro... Aah, querrás decir Ojo Loco Moody. Está en la zona de entrenamiento, pero deberías recordar bien su nombre. Suele ser un poco paranoico y algo rudo", dijo Arthur, mientras hacía señas a la pandilla para que lo siguieran. Primero, el registro y revisión de varitas.

Cuando Arthur se dio vuelta, una avergonzada Fleur pellizcó a Stephen por decir mal el nombre de Moody, a lo que él exageró con agonía.

"Por favor, dejen su varita y cualquier objeto para invocar magia", dijo el guardia. Desde que el libro de Stephen empezó a esparcirse, también lo hicieron las joyerías para usar la magia de Eldritch. Así como mangos de varitas personalizados con runas. Por supuesto, Stephen proporcionó el método a los fabricantes de varitas, ya que era un nicho donde no quería competir con los creadores milenarios de estas. Aunque obviamente solo proporcionó la runa para transformar el mana en magia de Eldritch.

La pandilla sacó las varitas de sus pulseras mágicas y luego también las dejaron en el mostrador, sorprendiendo al guardia, ya que, aunque pedía objetos, era raro que alguien los tuviera, y menos cuatro jóvenes que aún parecían ir a la escuela. Y sobre todo, era más raro que los objetos de magia pudieran tener otro encantamiento, como el que usaron para guardar sus varitas, ya que cuando una runa de transformación de mana está en el objeto, todos los encantamientos fallan un 98%, haciendo inmensamente costoso crear uno. Y ahí tenía cuatro para revisar.

"Pu-pueden pasar", dijo el guardia luego de revisar todo con mucho cuidado, como si fueran de porcelana.

Mientras se alejaban, Harry no pudo evitar sentir curiosidad y preguntar.

"Jefe Stephen, ¿por qué ese guardia estaba tan nervioso mientras revisaba nuestras pulseras?", preguntó suavemente.

"Déjame responderte, pequeño Harry, y es porque llevamos pulseras por el valor de una mansión en el mejor pueblo mágico", dijo Fred mientras ponía su brazo sobre Harry.

"¿Qué!? ¿Son tan caras?", preguntó Harry sorprendido, mientras miraba su mano, donde descansaba la pulsera, que ahora sentía que pesaba toneladas.

"Así es, una pulsera de transformación de mana para la magia de Eldritch con además otro tipo de encantamiento puede llegar a valer 1,000 galeones de oro. ¿Ahora sientes el peso de la riqueza, pequeño Harry?", agregó George, burlándose de Harry al verlo cambiar de color.

"¡M-mil! Espera, ¿con un encantamiento? Pero la que nos dio el jefe Stephen tiene antirrobo, recuperación, reparación y bolsillo espacial de 2 metros cúbicos. Entonces, ¿cuánto valen?", dijo Harry, empezando a temblar aún más y poniéndose tan pálido como un papel, ganándose aún más las sonrisas burlonas de los gemelos.

"Ya basta ustedes dos... No te preocupes, Harry. A decir verdad, es fácil crear varios encantamientos en las pulseras, solo que se tienen que usar los mismos tipos de runas que la principal. Lo único que se necesita es un material que resista. Y al público solo les di la runa de conversión de mana, no las otras. Así que que puedan agregar un encantamiento dice mucho de los fabricantes", dijo Stephen compadeciéndose de Harry.

"Entonces son fáciles de crear para el jefe, fiu... ¿Qué tipo de material puede soportar todos los encantamientos, entonces?", dijo Harry ya un poco menos preocupado, mientras recuperaba el color, antes de que Stephen respondiera.

"Oh, es un mineral mágico que creé. Si tuviera un precio, creo que serían unos 10,000 galeones, ya que es la cantidad de galeones que gasto para crear cada kilogramo", dijo Stephen con una sonrisa, como si nada, haciendo que Harry se volviera aún más pálido que antes.

"Ya basta, tonto. Deja de molestar al niño", dijo Fleur a Stephen, que se moría de risa, y luego se volteó hacia Harry. "No te preocupes, Harry, Stephen está exagerando un poco. No gastó esa cantidad para crear el mineral".

"¿En-entonces cuánto gastó?", preguntó ya inseguro Harry, sin saber si confiar, y tenía razón, luego de escuchar a Fleur hablar de nuevo.

"Uuh, creo que fueron 6,000, así que exageró solamente. Y no, las pulseras no son tan pesadas como para valer lo mismo que el kilo entero, tal vez deberían valer unos 2,000 galeones nada más", dijo Fleur, pensando que eso ayudaría a Harry a no sentirse tan nervioso de llevar la pulsera obsequiada por Stephen. Pero obviamente se equivocó, ganándose una carcajada del trío detrás de ella.

Sin saber cómo ayudar a Harry, que caminaba nerviosamente mientras protegía la pulsera con su vida, Fleur prefirió seguir caminando con los tres payasos, que seguían divirtiéndose, hasta que llegaron a la oficina de la Aplicación de la Ley Mágica.

"Oh, chico, al fin llegaste, te estuve esperando", dijo Moody, mientras veía a Stephen llegar y luego se dio cuenta de que traía a otras personas, a quienes miró con su ojo como si investigara todo sobre ellos con una sola mirada.

"Hola, Ojo Raro. Estos son mis amigos, así como algunos de los mejores luchadores, y el pequeño paranoico es Harry Potter", presentó Stephen.

"Sí, los conozco. Los hijos de Arthur Weasley, la subcampeona

de duelo y el niño que vivió. Interesante grupo", dijo Moody mientras los miraba por un par de segundos, haciéndolos sentir incómodos, sobre todo con sus cicatrices y sin contar su ojo, que parecía ver a través de ellos. Luego, comenzó a caminar.

"¡Síganme!", dijo mientras caminaba con su bastón. Todos se miraron y caminaron detrás de él.

Siguiendo a Moody, llegaron a una sala bastante espaciosa donde parecían entrenar los aurores. Muchos de ellos parecían estar esperando a alguien.

"¡Saludos, señor!", gritaron todos cuando vieron llegar a Moody y se pusieron rectos.

"Está bien, dejen lo que estaban haciendo. Estos niños dicen ser más fuertes que ustedes, así que lo probarán. Prepárense", dijo Moody sin ninguna dilación, ganándose la sorpresa tanto de la pandilla de Stephen como de los aurores presentes.

"¿Qué? Disculpe, señor Moody, pero unos niños podrían correr peligro si se enfrentan a aurores entrenados", dijo uno de los hombres, intentando ser sutil para no decir que era imposible que un par de niños pudieran hacerles frente.

"Ya lo dije. Vaya uno de cada grupo y peleen. Y nunca se confíen en la apariencia", dijo Moody sin dar lugar a quejas.

"Bueno... ah, está bien, hagámoslo así. ¿Quién de ustedes quiere ir primero?", preguntó Stephen a su grupo, dándose por vencido.

"¡Yo!", "¡Yo!", gritaron rápidamente los gemelos, muy felices y curiosos.

"Mm, bien. Fred, ve tú primero", dudando un segundo, Stephen se decidió rápidamente por uno.

"¡Sí! ¡Gané!", dijo Fred muy alegre, mientras George se quejaba de que no era justo.

Yendo hacia el centro, Fred vio cómo uno de los aurores se acercaba con una cara de ira por tener que pelear con un niño.

"Terminemos rápido, niño. Que los adultos tenemos cosas importantes que hacer", dijo el hombre.

"Bueno, entonces rápido será", dijo Fred con una sonrisa burlona, subiendo la ira de su contrincante…

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Capítulo corregido por Chatgpt.


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