El Dios Errante

En alguna cueva en Japón....

''K-Kobayashi... ¿Por que no mencionaste que lo que querías explorar era una jodida cueva?'' Pregunto en un tono molesto una joven de no mas de veinte años a una pelinegra que lideraba a todo el grupo.

''Porque sabia que no vendrias conmigo jejeje'' Menciono con un tono juguetón.

''Además esto no es peligroso, aunque solo explore lo que llevamos recorrido... Tehe~'' Dijo dándose un golpecito en la cabeza siendo vista con exasperación de parte de todo el grupo.

Que en total era solo ella, y otras tres chicas.

''Agh~ S-Solo sigue caminando'' Gimió levemente molesta ante esto ademas de las goteras que se escuchan en la extensa cueva.

Y sin que hubiera problemas, estas caminaron a través de la húmeda cueva, que por alguna razon estaba extrañamente vacía.

No habia musgo, tampoco signos de erosión o deslizamiento.

Además esa leve brisa que se sentía incluso en lo profundo de esta, era escalofriante.

Por no decir aterradora.

Cosa que fue enterrado profundamente por las tres chicas, las cuales no tenian la misma energia y voluntad que la chica Kobayashi.

''Muy bien, casi no veo nada, enciendan sus linternas'' Dijo Kobayashi iluminando lo suficiente como para ver el final de todo el gran pasillo en la cueva.

''Santo... Siento como si el aire fuera mas delgado'' Menciono con una sonrisa siendo vista con un tik en la cara de su grupo.

Las cuales solo la siguieron con un suspiro observando como el final del pasillo, que por alguna razon tenia un brillo azulado natural.

Pronto su caminata termino, observado asombradas lo que tenian frente a ellas.

Era algún tipo de santuario el cual solo consistia en unos cuatro escalones con una plataforma la cual tenia en el centro un pedestal.

Ademas de que alrededor de el pequeño santuario habia cristales azules fluorescentes que brillaban mucho.

Casi iguales a los que habia en las paredes.

''¡Wow! ¡Esto se ve como en esas novelas de magia que leo!'' Chillo emocionada Kobayashi.

Siendo seguida con miedo por su grupo.

Ya que al contrario de Kobayashi, ellas sabían que esto no era normal.

De hecho, sin que Kobayashi lo supiera (Por lo concentrada que estaba en profundizar en la cueva), su grupo pudo observar diversos signos extraños en las paredes.

Y lo peor fue que en algunas paredes pudieron ver algo rojo que les dio escalofríos.

Pero esta pequeña divagación fue lo peor que pudieron hacer.

Ya que no controlaron a Kobayashi.

La cual se encontraba a solo centímetros de tocar el pedestal.

''¡¡¡Kobayashi n-''

Dichas palabras no terminaron cuando un resplandor las cegó completamente.

Solo que no duro mucho, con este disipándose al instante.

Pero la vista inmediatamente aterro a casi todas, pues encima del altar ahora inexistente, ahora se encontraba una sombra con forma humanoide con luces que formaban ojos y una boca llena de colmillos.

Esto dejo únicamente maravillada a Kobayashi, la cual se encontraba tirada en el piso siendo la mas cercana a esa cosa.

''Pequeños humanos~'' Siseo la criatura.

''No espere que mi letargo fuese perturbado después de mas de medio Eon~''

''Sin embargo debido al decreto de mi creador, El Gran Mago Elyseo, protector y gran creador de la magia Ephynea, tienes el derecho a realizar cuatro preguntas''

''Soy una de las grandes creaciones espirituales conectadas a Terra, soy el espíritu de el Conocimiento''

''Dado esto, mis únicas limitaciones son el futuro posible'' 

''Hagan sus preguntas pequeños humanos~'' Siseo nuevamente para quedar en silencio en espera de las preguntas.

Cosa que fue emocionante para Kobayashi, pero jodidamente aterrador para el resto.